Decoración de Mesa para Cena

La organización de una mesa puede ser la clave del éxito o el fracaso de una reunión. Cuando somos los anfitriones, lo primero que hay que tener en cuenta es el tipo de evento que estamos convocando.

No es lo mismo una comida formal que una cena romántica o la invitación a unos amigos muy observadores que se califican como gourmet. A continuación vamos a describir el montaje de una mesa de manera genérica con todos sus elementos, que pueden ser de un material más o menos noble, según el carácter de la reunión.

Es recomendable que la mesa sea redonda u ovalada ya que estas facilitan la conversación, acercan entre si a los invitados, y nos permiten el alcance visual de todos los comensales.

Las sillas deben de tener siempre un respaldar agradable que nos haga sentirnos confortablemente sentados. La distancia entre comensales deber ser de unos 60 centímetros. Esta distancia se mide con la amplitud de la silla.

                                                                Cubrir La Mesa

Sobre la mesa colocaremos un muletón, que nos va a facilitar estabilidad y, a su vez, impermeabilidad. Encima de este se pone un mantel y un cubremantel que nos va a permitir jugar con colores.

Los tonos del cubremantel deben ser muy claros, y de hilo principalmente, y siempre perfectamente planchado. Esto hará contraste con el mantel, que irá siempre por debajo, pero que puede ser de materiales diversos: algodones, fibras, rafias y bolones tratados, panas, etc.

Puede existir cierta confusión con los nombres. En el ámbito doméstico,  lo que denominamos cubre es el mantel. En  mesas formales, el mantel va por debajo del cubre y debe tener cierta caída uniforme  lo que da imagen y elegancia a la mesa.

Siempre y cuando el área de la mesa lo permita es fundamental incorporar un motivo de centro que podemos hacer con frutas, plantas o flores. Si queremos dejarnos llevar por la imaginación podemos mezclar, por ejemplo, unos pétalos de flor con frutas tropicales colocadas de manera vistosa.

Para cenas más formales y elegantes también se pueden disponer de candelabros de brazos, pero siempre evitando que estén en la línea visual de los invitados.